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Retrato cinematográfico en blanco y negro, manteniendo mi rostro real. Estoy sentando en una pose relajada y dominante en un sillón de cuero oscuro. Mis piernas están separadas de forma natural, lo que realza mi confianza y presencia. Mi brazo izquierdo descansa pesadamente sobre el reposabrazos, sosteniendo un vaso de cristal lleno de líquido, ligeramente inclinado en un gesto informal pero autoritario. Mi brazo derecho, relajado y abierto reposa sobre el respaldo, mostrando soltura y seguridad. Llevo una camisa blanca con los botones superiores desabrochados, dejando al descubierto parte del pecho. La camisa está ligeramente arrugada, lo que le confiere un estilo robusto y masculino. Unos tirantes negros cuelgan firmemente sobre mis hombros, contrastando con la camisa blanca y aportando un toque clásico y vintage. Mis pantalones son negros, de corte entallado, en la cabeza con sombrero tipo italiano colo beige y completan el conjunto monocromático. El look combina elegancia con un toque crudo y potente. Mi cabeza está ligeramente inclinada hacia abajo y mi mirada se dirige al suelo, lo que trasmite una atmósfera melancólica e introspectiva. Mi expresión es tranquila pero intensa, encarnado una fuerza serena y masculinidad. El fondo es minimalista, sencillo y con una iluminación tenue, centrando la atención en mi y en la atmósfera dramática. Los tonos blanco y negro crean un alto contraste, realzando las textura: el brillo de la silla de cuero, la firmeza de la camisa, la suavidad del cristal y las sombras de mi cuerpo. La cámara está colocada a la altura de los ojos, encuadrando desde los muslos hacia arriba, con una distancia focal de retrato de unos 85 mm. La perspectiva crea proporciones naturales, centrando la atención en mi imponente pose sentada y el juego de luces y sombras. Estilo: cinematográfico, melancólico, fotografía en blanco y negro de alto contraste, retrato editorial de moda, estetica masculina e impactante. Mismo rostro